El puente del 1 de mayo de 2013 la meteorología acompañó y por fín pude llevar a mi hijo Javier y al joven Ismael a la sierra. Para ello elegimos una ruta bonita y corta. Pudimos haberla alargado subiendo hasta la cerrada de Cubero y bajar desde Majal Alto hasta el Tranco pero nos detuvimos tanto disfrutando de todos los parajes por los que pasamos que ya no quedó tiempo. Luego quisimos hacer una variante nueva bajando por el arroyo de las Grajas pero la lesión de un compañero nos obligó a volver sobre nuestros pasos.
Ismael activó su aplicación GPS y parece que al final el recorrido fue de 18 Km. Pero eso es lo de menos. Lo importante es que lo que veas se quede reflejado en tu retina. Para ello no hay que tener prisa ni pasar de largo por ciertos parajes bellos y únicos.
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Preciosa estampa desde el puerto de las Palomas |
Llegamos a las 9 horas a la CF los Bonales, donde coincidimos con unos colegas de Linares con los que también nos cruzamos el verano pasado en la Senda de los Pescadores. Iban, igual que nosotros, a dar una vuelta por la Fresnedilla y luego arriba decidirían por dónde continuar. Nuestra idea inicial era el Castellón de los Toros y bajarnos por la cerrada de Cubero y el arroyo del Hombre. Pero acordamos dejarla para otra ocasión y dirigirnos al arroyo de las Grajas. Y así fue. La temperatura es esos momentos era de 3ºC. A la vuelta sería de 19ºC.
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Relevo generacional asegurado: Pepe, Javier, Ismael y yo. |
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Mi hijo Javier en la fuente de los Bonales |
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Curioso monolito al principio de la pista |
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El manto verde de estos días realzaba la belleza del camino |
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El desvío al arroyo del Hombre comienza en este azud |
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El maestro serrano Pepe ejerciendo magisterio a unos alumnos aplicados y curiosos |
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Excelente salud de pinos y sotobosque |
Cuando la pista del arroyo del Hombre se convierte en senda, tenemos que subir en diagonal hasta unas terrazas donde se encuentra el cortijo del tío Ratón. Este hombre debió de ser un auténtico lobo serrano. Vivía todo el año en una casa-cueva, tenía un horno de pan, otro para hacer carbón, varios abrigos para guardar ganado y muy cerca un manantial de agua de donde supongo canalizaría el agua para poder regar sus huertas. De todo ello aún se conservan restos en mejor o en peor estado.
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Horno o calera de carbón |
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Uno de los abrigos en la roca para guardar el ganado |
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Nos sentamos en la hierba para contemplar el Castellón de los Toros y el Banderillas |
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Horno de pan |
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Habitaciones de la casa cueva con columna, ventanuco y chimenea |
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Contraluz desde el interior |
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Vista general de la casa cueva. En su entrada nos topamos con una culebra de escalera. |
Tras curiosear y merodear un rato por los alrededores pusimos rumbo al cortijo de las Grajas. El camino arriero de fuerte pendiente, siempre con el Puntal de las Cabras de referencia, nos lleva a la planicie donde se encuentre el derruido cortijo de las Grajas, al pie del Puntal de las Cabras.
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Magnífico mirador desde el cortijo de las Grajas |
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El Banderillas con restos de las últimas nevadas (es 1 de mayo) |
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A este trío les quedan muchas rutas aún por compartir |
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Sobre las ruinas del cortijo de las Grajas |
Para llegar a la Cerrada de las Grajas, donde están las cuevas, optamos por el camino más difícil y bonito: a orillas del arroyo. Los pasos, tras un invierno tan lluvioso, estaban muy deteriorados y peligrosos con evidente riesgo de caída. Con cuidado y tomando precauciones fuimos disfrutando de todas y cada de las minicascadas y pozas hasta llegar a la cerrada.
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Los jóvenes no quieren dejar un resquicio sin explorar |
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Aterrazamiento cerca de la cerrada |
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En el horizonte el característico espolón de Peña Corva |
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Una original acequia para llevar agua a los animales que se refugian en el abrigo |
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Asumimos riegos para tomar esta foto |
Cuando llegamos a la cerrada y los jóvenes vieron las cuevas, sabíamos que sería el fin del trayecto. Nosotros, los mayores, estuvimos de acuerdo. Nos tomamos nuestro tiempo para recrearnos en cada una de ellas. No había prisa.
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Refugio de ganado a la otra orilla del arroyo |
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Hace una semana no podríamos haber cruzado el arroyo |
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La cueva grande de las Grajas. Aún quedan restos de la vieja colmena que colgaba de su techo |
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Ismael y yo fuimos los primeros en subir a ella |
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Pepe nos acompañó. Mi hijo Javier se quedó tirando fotos. |
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La concavidad del abrigo es impresionante |
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Ismael quedó impresionado por la belleza de la cerrada |
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Javier no quería perderse el espectáculo, cruzó el arroyo y nos acompañó |
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Foto desde el interior de la cueva |
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Descendiendo por su húmeda y escurridiza ladera |
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Remanso de paz y tranquilidad |
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Continuar por el arroyo es imposible. Quizás en verano. |
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Despidiéndonos de la cerrada |
Estábamos debatiendo el camino de vuelta cuando apareció por el camino un grupo de senderistas de Úbeda ( Guidu, Cati, Miguel,...). Nos alegramos mutuamente de vernos y tras los saludos iniciales compartimos experiencias durante bastante tiempo. Quedamos para compartir alguna ruta. Volvimos por la senda de arriba, en magnífico estado, que nos lleva al cortijo de las Grajas y nos detuvimos a comer. Como preferimos las rutas circulares propuse bajar por el arroyo de las Grajas hasta el Tranco. Pero al poco tiempo comprendimos que no había nada que merecía la pena ver y nos dejamos caer monte abajo hasta la pista del arroyo del Hombre.
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La terraza escogida para comer |
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Senda que conduce al Tranco |
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La pendiente monte abajo era muy pronunciada. Dejamos a los jóvenes abrir camino para que vayan aprendiendo a orientarse. |
A partir de aquí tomamos el mismo camino de ida. Solo que ahora nos parábamos a observar cualquier curva del arroyo con más detenimiento.
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Agua remansada por el azud |
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Pequeña presa aprovechando la profundidad y estrechamiento del terreno |
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La piedra del Mulón a mis espaldas |
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Cerca del cruce con el camino de la Fresnedilla |
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Satisfacción por el resultado de la jornada |
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Pepe pensando: " Si fuera verano me daba un baño...." |
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El cruce entre el arroyo del Hombre y la pista forestal de la Fresnedilla |
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Bello ejemplar de flor en todo su esplendor |
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Entre estas plantas rupículas que observa Javier destaca el culantrillo |
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Cerca ya de la CF los Bonales |